El Camino Espiritual ss.cc., es un programa de formación que nos ofrece la Congregación de los Sagrados Corazones, a nosotros, laicos y laicas, para el crecimiento de nuestra vida espiritual en el seguimiento de Jesús. Nuestro grupo de Camino Espiritual ss.cc. Manquehue, se inició el año 2017 con poco más de 25 laicos, hombres y mujeres, que compartíamos el gran anhelo de seguir a Jesús. Desde el comienzo hemos estado acompañados de un asesor religioso ss.cc. Originalmente este camino estaba programado para un período de 3 años, pero lo vivido y compartido en torno a nuestra fe y al seguimiento a Jesús ha sido tan profundamente hermoso, que casi todos los que iniciamos esta experiencia, nos mantenemos caminando juntos hasta el día de hoy.
Este camino consta de tres etapas: una etapa inicial, orientada a “renovar el entusiasmo de seguir a Jesús”, una intermedia, cuyo objetivo es “profundizar nuestra experiencia del Dios de Jesús”, y una tercera etapa de consolidación, destinada a “acoger el envío de Jesús para la vida del mundo”. Nosotros vivimos nuestra primera etapa trabajando en torno a las Cartas de San Pablo, experiencia que reaviva la fe en Jesús, y motiva a seguir caminando tras sus pasos. En nuestro segundo año, 2018, profundizamos el mensaje de Jesús en los Evangelios, haciéndose muy presente el amor del Señor en estos textos bíblicos. Por último, la tercera etapa la hemos continuado trabajando hasta el día de hoy. En el año 2019 nuestras reflexiones se centraron en el estudio y profundización de nuestro Credo, el de Credo de los apóstoles; en el año 2020, año en el que vivimos grandes desafíos sociales y sanitarios, trabajamos en torno a Los Profetas, compartiendo y orando, buscando el mensaje que Dios nos entrega a través de ellos; y este año 2021, seguimos caminando motivados por “El llamado a La Santidad en el mundo actual”, llamado que nos hace el papa Francisco en su exhortación apostólica Gaudete et Exultate.
Actualmente estamos recorriendo nuestro 5° año de camino espiritual. Han sido tiempos maravillosos, en los que destacamos que en esta experiencia de comunidad, sentimos que vamos caminando junto a otros, compartiendo nuestra fe y profundizando nuestro conocimiento de Jesús, apoyándonos en el estudio de la Sagrada Escritura. Las reuniones mensuales, las que realizamos en forma presencial los 3 primeros años y por Zoom durante todo este tiempo de pandemia, han fortalecido nuestros lazos de fraternidad y de amistad. El compartir nuestra mirada con otros, nos ha ayudado a profundizar nuestro encuentro personal y comunitario con Dios. Además, en nuestros retiros y jornadas anuales, hemos tenido la oportunidad de vivir un tiempo privilegiado de encuentro con el Señor.
Personalmente agradezco al Señor y a la Santísima Virgen María todo lo vivido en este camino espiritual. Compartir mi fe con esta comunidad de caminantes, acompañados por el padre José Vicente Odriozola, nuestro asesor religioso, ha sido una gran bendición. Espero que sigamos caminando todos juntos por muchos años más, y que en un futuro próximo, otros laicos y laicas puedan iniciar un camino similar a este, formando nuevas comunidades dispuestas a ir tras los pasos de Jesús.
