La palabra que Dios nos dirige no es ni lejana, ni inalcanzable, ni abstracta, ni vaga o imprecisa como para no comprenderla y practicarla. No está en el cielo ni al otro lado del mar, ni en la estratósfera ni en ningún otro lugar inaccesible: está, dice Moisés en el Deuteronomio, “muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón”.
Domingo 15 – Tiempo Ordinario
Publicado en: Homilías 2022, Homilias
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