Queridas hermanas y hermanos:
Adjuntamos la rendición de cuentas del año 2022. La hemos preparado con Sonia Peralta, secretaria del Centro Pastoral, tratando de ser claros y precisos en la información. Ella tiene el detalle de cada mes de nuestra cuenta. Si cualquiera de ustedes quiere conocer más detalles de los ingresos y gastos, puede dirigirse a Sonia, quien les dará acceso a las planillas correspondientes.
Les recuerdo que damos cuenta de todos los ingresos y egresos del Centro Pastoral, en el período del 1 de enero al 31 de diciembre de 2022. Los ingresos son: las colectas de las misas, el uso de la iglesia y otras dependencias para matrimonios, bautizos, velorios y exequias, las coronas de caridad, el 1% de contribución a la Iglesia (CALI) donado aquí, y la compra de libros y otros objetos de la Congregación de los SS.CC. Los egresos son: los sueldos de la secretaria y el sacristán, los gastos propios del culto y la ayuda a personas necesitadas, que han sido fundamentalmente becas de estudio universitario, más un par de ayudas puntuales.
Con respecto a las colectas dominicales, quiero agradecer a cada uno y cada una de ustedes por su permanente generosidad y compromiso. La disminución del número de misas dominicales de cuatro (2018), a tres (2019), y finalmente a una sola (2020 en adelante), evidentemente ha afectado los ingresos de las colectas, pero, por otra parte, la implementación de las donaciones vía internet ha permitido que aún durante los meses más duros de la pandemia, pudiésemos continuar pagando los sueldos de la secretaria del Centro Pastoral y del sacristán. Y eso lo agradecemos profundamente.
Apenas superada la etapa más crítica de la pandemia, hemos podido volver a aportar tres becas para estudiantes en 2022. Fuera de eso, hemos apoyado al comedor solidario de la Parroquia Jesucristo Misionero, de Reñaca Alto (Viña del Mar), atendida por la Congregación; a dos personas de bajos ingresos afectadas de enfermedades crónicas y costosas; a una parte del costo del viaje humanitario de un miembro de la comunidad a Ucrania, para participar en un grupo internacional de observadores; y con montos menores y esporádicos, a varias personas que nos solicitan una limosna. Toda esa ayuda sería imposible sin la generosidad de ustedes, especialmente en las colectas de la misa dominical.
Destinar una parte sustancial de la solidaridad de la asamblea dominical a la ayuda los pobres y necesitados, nos pone en la huella de la celebración de la eucaristía de los primeros siglos del cristianismo. La misa sin solidaridad no es verdadera eucaristía, ya lo decía san Pablo, siguiendo al Señor, que consideraba vacío el culto sin amor al prójimo.
Gracias, una vez más, por hacer posible este uso evangélico de nuestros bienes materiales, que es fruto de la generosidad de todos y todas los que participamos en el Centro Pastoral y las eucaristías dominicales.
Que el Señor nos conceda a todos un buen y bendecido año 2023.
Cordialmente en los Sagrados Corazones,