Fue muy lindo experimentar una vez más cómo, el Amor de Dios, se hace presente en los pequeños encuentros. Encuentro en torno a la mesa, al compartir una taza de té, al tejer en conjunto, al preparar los alimentos, en el juego. Sentir en primera persona la Fe y el compromiso de la Comunidad de Reñaca Alto con Jesús y la Iglesia fue hermoso, y cómo manifiestan abiertamente su Fe con expresiones tan lindas como los baile a la Virgen María, fue un regalo maravilloso. Escuchar la voz de los niños, quienes nos muestran con su pureza y simpleza que Dios sigue muy presente, nos mantiene viva la esperanza.
Esto ha sido muy lindo. Ojalá toda las familias pudieran vivirlo en algún momento, compartir con sus hijos la maravilla que es formar comunidad con otras familias. Esta es la Iglesia de Jesús, de laicos y consagrados, de niños y adultos, la Iglesia de todos.

Misiones Familiares 2019
Keka Schilling |